A veces sin darnos cuenta queremos automatizar nuestra sexualidad o tenemos la creencia de que ésta debería “funcionar” de manera casi robotizada y cuando no funciona como “creemos” que debería, es porque algo está mal en nosotr@s.
En nuestra sociedad , la mayoría de nuestra sexualidad se focaliza y centra en los genitales masculinos, en concreto el pene. Ya que la gran mayoría de la población, entiende como sexo, la penetración, y al pene como el elemento «activo».
Por ello, queremos que éste responda a nuestras demandas de manera automática, como si fuera una máquina o mecanismo que se activa y desactiva sin tener en cuenta las emociones, sentimientos, estado de ánimo…
Esto genera que, actualmente, muchos hombres y cada vez de edades más tempranas, presenten trastornos y disfunciones sexuales, como la Eyaculación Precoz o la Disfunción Eréctil.
En muchos de los casos, pueden sentirse y experimentar en el sexo una angustia y/o ansiedad parecida a la que sentimos ante un examen.
Es muy común que, sobretodo los hombres, sientan que “tienen que cumplir” y llegar a sentir presión para que la mujer llegue al orgasmo. Generando, como he comentado angustia al sentirse “evaluados” por si lo consiguen o no.
Tenemos que tener en cuenta que, que una persona llegue al orgasmo o no, no sólo depende de ti.
El sexo no debería sentirse como un examen.
Por otro lado, en el sexo femenino, algo parecido ocurre con el clítoris (si quieres saber mas de él puedes leer nuestro post especifico sobre el clítoris) . El cual, muchas veces es tocado como si fuera un botón que activa nuestro placer, y el único encargado de éste.
No somos robots, no tenemos botones que activan y desactivan nuestro placer.
La sexualidad es mucho más compleja, como muy bien dice @RodrigoJarpa en su libro “Me aburrí del Sexo”:
Existe «la expectativa de que deberíamos ser capaces de “funcionar” independientemente de con quién, dónde cuándo y cómo
No podemos centrar nuestro sexo solo en una sola zona del cuerpo (que limitado y aburrido sería entonces) y tampoco ignorar nuestras emociones o estado de ánimo.
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REFERENCIAS:
Jarpa, R. (2018). Me aburrí del sexo: y algunas propuestas tentativas para salir del aburrimiento