Para saber porque las parejas fracasan debemos saber primero como evolucionan. Según Ellyn Bader y Peter Pearson, fundadores de The Couples Institute y creadores del Modelo Evolutivo de Terapia de Pareja (Developmental Model) las parejas viven diferentes fases, llamadas fases evolutivas. Estas son las siguientes:
1.Simbiosis: «SOMOS UNO»
La simbiosis es la fase de enamoramiento, donde los límites dentro de la pareja son difusos. En esta fase es difícil ver con claridad la integridad de la pareja, ya que solo vemos las partes o aspectos positivos del otro y de la relación.
En esta fases de simbiosis lo más recomendable es:
- Disfrutar el tiempo juntos, en pareja.
- Forjar un vinculo fuerte.
- Hallar los valores que se comparte con la pareja y las áreas en las que se es compatible.
2.Diferenciación: «SOMOS DIFERENTES»
El paso de la Simbiosis a la Diferenciación es clave para la construcción de la pareja y para que la relación progrese adecuadamente y de forma saludable.
Para poder lograr diferenciarse cada miembro de la pareja debe:
- Expresar los deseos individuales.
- Entender que la pareja es un ente diferenciada y qué es diferente a ti.
- Desarrollar formas para manejar adecuadamente esas diferencias y resolver los conflictos.
- Manejar la ansiedad que provoca.
Idealmente esta fase no debería ser amenazante, pero raramente sucede que una pareja pueda pasar a una etapa de diferenciación plena sin sentirse ambos amenazados por la situación. Ya que, cuando quieren u opinan cosas diferentes piensan que algo va mal e interpretan las diferencias de forma negativa. Por ello, muchas parejas se quedan atrapadas en la etapa simbiótica y no pueden hacer la diferenciación sin ayuda.
3.Exploración: «ME GUSTA MI INDEPENDENCIA.»
En esta etapa el Nosotros pierde relevancia y el Yo se refuerza. En esta etapa es muy importante encontrar el equilibrio entre el Yo y el Nosotros.
Por ello nuestro objetivo es:
- Que nuestra identidad personal («¿Quién soy yo?») no dependa de la relación.
- Disfrutar de objetivos personales, trayectoria laboral, hobbies, relaciones sociales individuales.
- Tener y mantener círculos de amistades separados, aparte de los que se comparte con la pareja.
- Consolidar la autoestima individual.
4.Reconectando: «ACERCÁNDOME, ALEJÁNDOME»
En esta etapa se vuelve a conectar con la pareja pero con una identidad personal más solida. En esta etapa se ha aprendido a expresar y mantener el punto de vista de cada uno sin sentirse amenazados y se es capaz de reflexionar sobre sus diferencias y desacuerdos sin generar reacciones negativas. Existe un nivel de intimidad más sano y sostenible en el tiempo.
En esta etapa se consigue:
- La capacidad de manejar el balance de Yo y Nosotros de forma automática. Vuelven a pasar más tiempo juntos y el tiempo separado no es amenazante para la relación.
- La conexión sexual se reaviva apoyo mutuo verdadero. la relación se siente como fuente principal de intimidad, apoyo y refugio
5.Sinergia o interdependencia mutua: «UNO MÁS UNO ES MÁS QUE DOS»
La intimidad en la pareja aumenta y se gestionan de forma más sana las emociones cuando existe alguna tensión. Existe un nivel de compromiso hacia la relación muy alto. Aunque provoque incomodidades apoyan al otro y el Nosotros coge fuerza por si mismo pero con una base solida y sana.
El objetivo logrado en esta etapa es que:
- La intimidad emocional entre los miembros de la pareja se ve reforzado.
- Aumentan los compromisos y proyectos en pareja pero también se apoyan los individuales.
Vistas las diferentes etapas y sus características, podemos decir que estas son las principales razones por las que las relaciones de pareja suelen fracasar:
- Falta de desarrollo/crecimiento: Las parejas se quedan bloqueadas en un su proceso de desarrollo, no consiguen avanzar y cambiar de fase (normalmente se tiende a la simbiosis) y no saben cómo remediarlo. En muchas ocasiones, la pareja lo asume como un fracaso en la relación y se culpan mutuamente de su infelicidad o problemas.
- Dinámicas disfuncionales: existen muchos conflictos en la pareja que son repetitivos y nunca se solucionan, es decir, los conflictos no se reparan. La pareja no tiene las herramientas necesarias para cambiar los conductas disfuncionales que los llevan a los conflictos.
Para conseguir que nuestra relación de pareja sobreviva debemos trabajar en:
- Proyecto de vida: las parejas tienen un concepto de proyecto de vida compartido con vocación de larga duración.
- Estabilidad: no se debe confundir la estabilidad con la rutina
- Intereses comunes
- Capacidad de escuchar y comunicar: No hay que esforzarse en que tu pareja te entienda sino en entenderle tu.
- Empatía: debemos tener capacidad de empatizar con nuestra pareja y ponernos en el lugar del otro.
- Responsabilidad: Hay que comprender que lo que sucede entre dos personas nunca es responsabilidad de uno solo.
- Interés autentico por el otro y respeto mutuo.
- Gestión del tiempo: hay que ser capaces de equilibrar el tiempo de familia con el tiempo de pareja y el tiempo personal. «No hay que confundir una pareja para siempre con estar siempre con la pareja»
- Sentido del perdón y de la reparación: Procura tener presente que convivir implica conceder.
- Capacidad para reducir el malestar y la tensión
- Elevada tolerancia a la frustración: «Una pareja se cimienta en conversaciones incómodas».
- Afecto y cariño mutuo